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El malestar de los usuarios de Instagram sigue en aumento y van surgiendo noticias que muestran el tremendo rechazo que está provocando la nueva política de privacidad de esta red social de fotografía.
Todo ocurrió hace unos días, cuando la directiva de Instagram decidió incluir en sus condiciones de uso la posibilidad de usar la información personal de los usuarios y sus imágenes para fines comerciales y de terceros a partir del 16 de enero.
En seguida saltaron todas las alarmas y las bajas en el servicio se contabilizaron por miles. El CEO de la compañía, Kevin Systrom, actuó rápidamente pidiendo disculpas y modificando de nuevo algunos puntos de las condiciones. Y decimos algunos, porque otros aspectos siguieron creando confusión entre la comunidad. Por ejemplo, Instagram mantenía su potestad para incluir anuncios relacionados y añadía una nueva cláusula de arbitraje obligatoria que en la práctica suponía la renuncia a llevar a cabo demandas colectivas.
En consecuencia, un usuario de California, EEUU, ha decidido coger el toro por los cuernos y ha contratado a unos abogados para preparar una demanda colectiva contra la propietaria de Instagram, es decir, Facebook. Se espera que la acción sea respaldada por una multitud de usuarios.
“Instagram se apropia de los derechos de posesión de sus clientes y se blinda protegiéndose de cualquier responsabilidad”, señalan los demandantes. Asimismo, insisten en que aunque un usuario elimine su cuenta en la aplicación, los derechos de las fotos que ya han subido seguirían perteneciendo a la empresa de Mark Zuckerberg. El objetivo de la denuncia es las autoridades impidan que Facebook pueda cambiar a su antojo la política de privacidad de la herramienta.
Desde la red social explican que “esta demanda no tiene fundamento y vamos a luchar enérgicamente para defendernos”.
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